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Clifford M. Yeary
Hay un evento en la Biblia que ha tenido un poder inigualable para entrar simbólicamente en el resto de la Biblia conforme se desarrolla la historia de la salvación. Éste es el poder y la extensión del Éxodo. Sus temas bañan el rostro del océano en el Génesis e irrumpen en una furia apocalíptica en el Apocalipsis
Cada primavera, cuando los judíos celebran la Pascua y los cristianos la Resurrección, ambos celebramos las poderosas obras de Dios, obras que han transformado nuestra identidad más profunda como adoradores del Dios de Israel.
Lo que Dios hizo por Israel al protegerlos del ángel de la muerte y luego liberándolos de la esclavitud en Egipto es, para los cristianos, la pauta para la redención de toda la humanidad por Dios. En el “Éxodo” el Hijo de Dios, Jesús, pasó de la muerte en una cruz a la vida eterna de la resurrección.
San Lucas enfoca nuestra atención en la conexión entre el Éxodo y la pasión y resurrección de Jesús en su descripción de la Transfiguración, cuando Moisés y Elías hablaban con Jesús transfigurado sobre su próximo “éxodo que iba a cumplir en Jerusalén” (Lucas 9: 31).
San Juan hace la conexión en términos aun más claros cuando revela que Jesús fue condenado a muerte a la misma hora en la que los corderos pascuales se estaban matando en el Templo (Juan 19:14). Toda referencia a Jesús como el Cordero de Dios es una proclamación que él es nuestra Pascua—que él nos ha guiado en un Éxodo nuevo—uno que nos libra del pecado y de la muerte y nos lleva a la vida eterna.
Los eruditos sobre el Antiguo Testamento nos aseguran que el relato del Éxodo se escribió primero, y sólo después se puso por escrito el relato de la creación en el libro del Génesis 1:1-2: 4. La liberación de los hijos de Israel del poder del Faraón a través de la tierra seca entre las separadas aguas del mar es la historia de la creación de Israel. El tema del partir de las aguas para dejar abierto un trecho de tierra seca se volvió entonces en símbolo claro de la creación del mundo mismo por Dios en los primeros versículos inspirados del Génesis (1:1-10).
Los Salmos recuerdan frecuentemente el Éxodo, algunas veces por el puro gozo del favor continuo de Dios y otras veces por una esperanza anhelante de que Dios libere una vez más a Israel de sus enemigos (véanse Salmos 77; 78; 105; 106).
En varios pasajes de Isaías los recuerdos del relato del Éxodo aseguran a los exiliados en Babilonia que su regreso a Jerusalén será en sí mismo un Éxodo nuevo. Las bendiciones y los favores fundamentales de Dios se renuevan para todos los que tienen el valor de regresar a la tierra prometida (véase Is 42:16; 43:16-19; 48:20-21; 50:1-2).
En los evangelios, la figura profética de Juan llamando a los hijos de Israel a un bautismo de arrepentimiento en el Jordán es considerado por muchos eruditos como una renovación del nacimiento de Israel. Al completar su viaje del Éxodo de cuarenta años a través del desierto, los hijos de Israel pasan por medio de las aguas separadas del Jordán de la misma manera que pasaron por medio de las aguas del mar en su huída de Egipto (véase Josué 3:14-17; Mt 3:5-6; Mc 1:4-5; Lc 3:2-3; Jn 1:26-28).
Para los católicos y para muchos otros cristianos, el Éxodo nunca tiene una parte más importante en nuestro culto que en nuestra celebración de la Eucaristía. San Mateo, San Marcos y San Lucas se aseguran que leamos sus relatos de la Última Cena como parte de la celebración judía íntima de la cena Pascual (véase Mt 26:18; Mc 14:1-16; Lc 22:8-11).
En el Libro del Apocalipsis toda oposición a Dios es derrocada por el poder de la muerte y resurrección de Cristo. Su derrota está simbólicamente retratada a través de una serie de actos divinos que se inspiran profundamente en las diez plagas de Egipto (Éxodo 7:1-12:30).
Del primer libro de la Biblia hasta el último, se encuentra una y otra vez el poder y la importancia del Éxodo como una historia fundamental de la salvación. Como cristianos, debemos regocijarnos que nuestros vecinos y amigos judíos recuerden el Éxodo en sus celebraciones pascuales y debemos rezar por su libertad continua para adorar al Dios de Abraham sin ninguna clase de temor.
Macrina Wiederkehr, OSB
“Vienen días…” esto suena como si algo se está tramando. Algún evento nuevo se mueve en el aire. El que sea esto un anuncio sombrío o prometedor puede depender de nosotros.
Antes de considerar el evento nuevo que está por surgir, echemos una mirada reverente al pasado, reflexionando sobre lo “antiguo” que sucedió en las páginas de la historia bíblica.
La Alianza Anterior
Ustedes ya conocen la historia. Han reflexionado sobre el clamor agonizante de un pueblo exilado en la tierra de Egipto. Nuestra historia bíblica relata la escena muy bien. El pueblo hebreo, luchando bajo la tiranía de la esclavitud, anhela el estar libre de su cautiverio. El más Anciano escucha su clamor: los toma de la mano y los guía a través del desierto. Moisés, un profeta renuente, se convierte en la voz de Dios para los que están esclavizados.
Una y otra vez, oramos sobre ese caminar por el desierto. ¡El Éxodo del pueblo hebreo! Al leer estas palabras hoy, subamos a las páginas de la historia y hagamos nuestro ese viaje a través del desierto. No cruzamos el desierto sin un encuentro honesto con el propio ser. El Dios que nos guía nos quiere libres para una manera nueva de vida.
El desafío colosal que Moisés tuvo fue el de formar al pueblo de Israel en una comunidad. El crear un corazón comunitario en un grupo de individuos es un poco menos que un milagro. El sueño de una comunidad puede ser atrayente; sin embargo, la realidad de llevar esa idea a fruición es una tarea ardua. Muchos se desaniman por el camino. Para hacer un compromiso que permanezca vivo y sano, necesitamos una disciplina persistente y un corazón firme. En su libro brillante, Comunidad: La Estructura de Pertenencia, Pedro Block sugiere: “El enemigo de un compromiso son las palabras insinceras, no la oposición”.
La referencia del autor a “palabras insinceras” resuena al texto de Isaías 29, 13, también citado en San Mateo 15, 8, en el cual Dios declara: “…este pueblo me alaba con la boca, y me honra con los labios pero su corazón está lejos de mí”. Se requiere más que palabras insinceras para llegar a ser una comunidad de fe.
La Nueva Alianza
El profeta Jeremías indica que algo nuevo va a acontecer. “Vienen días, oráculo del Señor, en que yo estableceré con el pueblo de Israel y con el pueblo de Judá una alianza nueva”. (Jer 31, 31). Este ‘algo nuevo’ evocará un corazón profundo. La alianza nueva, como se explica en este pasaje bíblico, me deja perpleja. Hay un fuerte indicio de que lo que es singular en esta nueva clase de lazo entre Dios y los seres humanos, es que durará para siempre. No se puede romper a no ser que las leyes de la naturaleza se rompan. Si las estrellas en el firmamento dejan de brillar y la luna se rehúsa a dar luz—quizás entonces, la nueva alianza puede ser destruida.
¿Ha sucedido esto alguna vez? La fidelidad de la Palabra de Dios ¿perdura realmente para siempre? La mayoría de nosotros ¿no estamos continuamente cambiando? Con seguridad estamos conscientes que la infidelidad en la vida del pueblo de Dios ha continuado hasta nuestros días. Por eso, el hablar de la naturaleza permanente de esta relación está señalando, muy probablemente, a Jesús. Es en Jesús que realmente se cumplirá la nueva alianza.
Imaginémonos, pues, que cuando Yahvé contempla los pecados de Israel y nuestra propia traición, la Voz de Dios nos habla de esta manera: Voy a entrar aún más profundamente en su vida. Los mandamientos, labrados en piedra una vez, serán labrados en su corazón. En mi antigua alianza con ustedes yo vivía en la entrada de su casa, pero ahora estoy abriendo la puerta de su casa. Voy a entrar totalmente. Me voy a hacer uno de ustedes.
Esta descripción de la Nueva Alianza tiene tanta belleza y esperanza para nosotros que estamos tratando de vivir una vida llena de fe en un mundo de violencia. Es sabio el ponernos en las páginas de la Biblia y reflexionar sobre todas las maneras como nosotros también estamos en el exilio y necesitamos ser liberados. Cada uno de nosotros, en nuestra propia manera, hemos quebrado el lazo que Dios desea establecer con nosotros. En el libro sobre comunidad, al que me referí anteriormente, Block hace esta pregunta: “¿Cuál es el don que todavía tienes en el exilio?” Yo encuentro esa pregunta muy conmovedora y provocativa. En realidad no había considerado la posibilidad de que mis dones pudieran estar en el exilio. La noción de que yo pudiera tener a mi comunidad de fe en la esclavitud, simplemente porque no soy responsable de mis dones, es un poco abrumadora.
En las siguientes semanas, haz un inventario de los dones que mantienes en el exilio. Sé muy consciente al hacer tu lista. Úsala para tu oración y luego deja que Dios haga algo nuevo en tu vida.
Su siguiente palabra para enamorarse de ella: Romanos 8,14-27
Betty Shaeffer
¿¿Estudio Bíblico?? ¿Podría esto ser posible en nuestra pequeña parroquia urbana de 300 familias? Rosalie Martínez estaba entusiasmada y enfocada en un plan para nuestra parroquia, La Iglesia Católica del Santo Nombre en Sheridan, Colorado. Había participado en varias sesiones de EBLR en una parroquia vecina y quería tratar de hacerlo en la nuestra con algunas adaptaciones.
Deberíamos dividir cada lección en dos sesiones. De esta manera tendríamos un total de tres horas de clase para cada lección. Podríamos avanzar más despacio y contestar las preguntas más completamente que en un formato regular. Empezamos en el otoño con el estudio de tres lecciones cortas sobre los relatos de la Infanciade Jesús. Esa primera mañana del jueves en 2005, tuvimos un grupo nervioso de nueve mujeres y un varón. Muchos expresaron la preocupación de quizás no poder avanzar con el grupo porque no sabían nada de la Biblia. Fue verdaderamente hermoso ver el amor creciente por las Sagradas Escrituras que floreció en el grupo. Muchos de los participantes compraron las lengüetas para sus Biblias y así pudieron encontrar más fácilmente las referencias. Todos aprendimos juntos y desarrollamos una comunidad unida que ha continuado creciendo a más de 25 estudiantes este otoño pasado.
La palabra de Dios cambia los corazones. Una estudiante, Julie, nos dijo que ella escuchaba sobre el juicio y perdón amoroso de Dios. Su corazón sintió que debía acercarse a su hermana de quien se había alejado. Finalmente cogió el teléfono y la llamó. Le dijo que se arrepentía de los veinte años de un enojo ridículo. Platicaron por veinte minutos o más y se siguen llamando semanalmente desde entonces. Julie dijo que la carga y la tristeza de esta ruptura familiar se está removiendo de su espalda. “Se olvidó el pasado. Podemos hablar y reir siempre como hermanas”.
Hace algunos años, la Asociada Pastoral, la Hermana Priscilla Lemire, RJM, reunió a unos feligreses de la parroquia de la Transfiguración en Manchester, New Hampshire, para empezar el Entrenamiento en Liderazgo considerado vital para el éxito al embarcarse en el Estudio Bíblico de Little Rock. A través del entrenamiento, los participantes aprendieron y experimentaron todos los elementos de EBLR y un número de ellos se sintieron animados a ser directores de los pequeños grupos que se formarían en su parroquia.
Después de participar en tres estudios, varios miembros del grupo decidieron compartir en el boletín parroquial sus buenas experiencias en el estudio de la Biblia; aquí se incluyen algunas citas.
“…Cuando oí del programa de Estudio Bíblico de Little Rock, decidí inscribirme para probarlo. Encontré que pasaban tres cosas [conmigo]. Primero, la fe que encontré en mi grupo de diálogo ayudó a sostener la mía. Segundo, al aprender sobre la historia y la cultura…palabras que me habían sido familiares por mucho tiempo tuvieron significados más profundos y los pasajes que me preocupaban se hicieron fáciles de entender. Pero lo más importante, el dedicar este poco de tiempo extra a la oración y al estudio…me permitió sentir la presencia de Dios otra vez, con más fuerza que nunca”. (Barbara Puder)
“Durante el tiempo de Cuaresma mi tradición ha sido siempre el “privarme” de algo… El año pasado decidí hacer algo positivo además de este ‘sacrificio’ tradicional mío. Habiendo oído a un feligrés…hablar sobre su experiencia positiva con el grupo de [Estudio] Bíblico de Little Rock, decidí probarlo….En un ambiente no-amenazador oramos juntos, compartimos nuestras experiencias de la vida, mientras que al mismo tiempo aprendíamos sobre Jesús durante su Pasión y Resurrección”. (Erika Villemure)
“El programa es una manera buena para que varias personas se reúnan en grupo para dialogar y enfocarse en esta colección de libros sagrados….El compartir en la oración conversacional al empezar cada sesión me ayudó a expresar sinceramente las peticiones por las necesidades de otros y me ayudó a disponerme mejor a la oración en general… Las conferencias al final de cada sesión ayudan a desarrollar y a aclarar los temas de la lección”. (Greg Desaulniers)
Este otoño, treinta y cuatro feligreses se reunirán en cuatro grupos pequeños y empezarán su estudio siguiente: Los Hechos de los Apóstoles.
Dawn C. Ligibel
La Parroquia de San Pedro y San Pablo en Hopkinsville, Kentucky, ha adaptado el Estudio Bíblico de Little Rock para que responda a la visión que sus líderes tienen para la parroquia. “Queríamos desarrollar un programa de estudio bíblico para nuestra parroquia que se pudiera llevar a cabo en reuniones y diálogos de grupos pequeños”, explicó el Dr. William Sweet, feligrés, candidato para diácono permanente y coordinador del programa. “Tuvimos un éxito tan grande con Renovación hace diez años que decidimos adaptar igualmente este estudio para cumplir nuestra misión”, añadió él.
Aunque el Dr. Sweet consideró muchos materiales de estudio diferentes al buscar recursos virtuales disponibles, fueron los materiales para el entrenamiento de líderes de EBLR lo que le llamó la atención. “Los materiales de entrenamiento son asequibles, comprehensivos e inspiradores”, explicó. Se usaron los materiales para reclutar y entrenar a feligreses que estaban dispuestos a ser facilitadores de grupos pequeños. “Los materiales de entrenamiento, y las preguntas para dialogar ayudaron a preparar a nuestros líderes para cumplir nuestra misión a través de este programa de catequesis de adultos”, dijo el Dr. Sweet.
Como se pueden adaptar los materiales de EBLR para situaciones de grupos pequeños y como están disponibles también en español, el liderazgo de la parroquia decidió proceder con el uso de los materiales de estudio personales al igual que los materiales de entrenamiento. “Dada la época del año en que empezamos, decidimos estudiar Los Relatos de la Pasión y Resurrección de Jesús”, explicó el Dr. Sweet.
Esperaban atraer por lo menos de treinta a cincuenta participantes para el primer estudio, pero el Dr. Sweet y sus co-líderes se sorprendieron y se sintieron agradecidos cuando 165 feligreses se inscribieron antes de que empezara el programa. “Aunque suponemos que habrá algunos cambios de grupos y facilitadores, esperamos mantener y aún añadir más personas a nuestro estudio siguiente”, dijo él. Este año, la parroquia tiene planes para empezar el estudio de los “Hechos de los Apóstoles” inmediatamente después de Pascua.
Además de usar los materiales de EBLR en sus diálogos en grupos pequeños, el Dr. Sweet también introdujo en su parroquia: “Un Año de Domingos”. “Este librito pequeño y asequible les permite a los feligreses familiarizarse con las lecturas del fin de semana antes de asistir a Misa”, explicó el Dr. Sweet. “Nuestro propósito es capacitar a la Liturgia de la Iglesia que entre en la vida diaria y avive la oración personal diaria”, elaboró el Dr. Sweet.
Tomás Bissonnette
Estoy agradecido de Joseph Oriol Tuñí por escribir su libro El Evangelio es Jesús. Me está obligando a leer el evangelio según Juan de una forma más productiva. Me recuerda que Juan no lo escribió, sino cristianos del segundo siglo. Me hace mirar a Jesús en este evangelio como persona con misión de revelar quién es Dios Padre. Este evangelio es menos vida de Jesús y más revelación de Dios. En la persona y las acciones de Jesús descubrimos a Dios.El autor me propone otro reto. Me invita a ver a Jesús de la misma manera en que la comunidad que escribió el evangelio lo vio. El Jesús visto en el evangelio de Juan es el Jesús que vivía, que andaba, que impulsaba, que inspiraba esa comunidad a principios del siglo segundo. La comunidad no miraba a un Jesús de hace casi un siglo, sino al Jesús que vivía entre ellos. Así me siento obligado a leer el evangelio de Juan para descubrir al Jesús que camina en mi parroquia, en mi edificio, en mi barrio. El ver a Jesús en mi comunidad hoy es mucho más difícil que crear imágenes de Jesús de hace veintiun siglos. Positivamente después de haber leído El Evangelio es Jesús estoy más atento de comparar mi imagen de Dios Padre con la imagen que Jesús nos presenta.
Otro libro que he encontrado a la vez iluminador y desafiante se titula La Torah, editado por Mercedes Navarro e Irmtraud Fischer. Este libro trata los cinco primeros libros de la Biblia, llamados Torah por los judíos. Los eruditos de la Biblia nos dicen que los doce primeros capítulos de Génesis fueron escritos en la forma de mito. Y que estaban compuestos en oposición a ideas equivocadas de sus vecinos paganos. Eran ideas erróneas referente a Dios, sobre nosotros como creación de Dios y sobre nuestra relación con Dios. Los primeros capítulos del libro por Navarro y Fischer en una forma clara y sencilla explican el contraste entre una variedad de ideas paganas y los conceptos judíos. Incluyen secciones cortas para acompañar una lectura detallada de casi cada párrafo del Torah. Sería útil conservar el libro como referencia para cuando uno quiere volver a considerar un pasaje particular. Otros capítulos del libro ponen al relieve las maneras en que los primeros cinco libros bíblicos consideran y pintan a la mujer. Hoy frente a la discusión en este libro sobre el papel de la mujer en nuestra sociedad, me siento iluminado por haber leído ésos capítulos sobre mujeres en la Torah.
El Evangelio es Jesús, 260 páginas, Editorial Verbo Divino, disponible con Ministerio Verbo Divino, Tel: 909.383.9030, www.verbodivino.org
La Torah, 478 páginas, Editorial Verbo Divino, disponible con Ministerio Verbo Divino, Tel: 909.383.9030, www.verbodivino.org
Cackie Upchurch
En estos últimos meses me he maravillado del gran poder de la naturaleza y de los gobiernos, y de la valentía decidida de la gente de la base al responder a los dos. Bien sea a la opresión del gobierno y la revolución en Libia, o al derrocamiento pacífico en Egipto, o a la violencia de la naturaleza en Japón y las secciónes de los EE.UU. que fue destrozado por tornados. En todo esto hay muchas lecciones para nosotros sobre el espíritu humano, como también un llamado muy claro para estar informado y para participar en nuestro mundo.Quizás estoy “predicando al coro” pero quiero animarles a ustedes en sus grupos de EBLR a que se apoyen unos a otros en sus esfuerzos para ponerse en contacto con personas en crisis por todo el mundo.
Primero, traten de conocer sus historias. Podemos usar toda clase de recursos para conocer los hechos o alguna versión de los hechos, pero el conocer las historias personales es lo que nos une unos a otros. Hay diferentes modos de hacerlo; por ejemplo, exploren en el Internet los sitios de “Catholic Relief Services” para encontrar historias de los sobrevivientes en Japón, o de los que estaban al frente de los cambios en Egipto. En sus propias ciudades y pueblos, puede ser tan sencillo como caminar a un barrio afectado y sentarse en el porche del frente para escuchar lo que pasó durante la última tormenta
Segundo, participen de cualquier modo que les sea posible. Preparen una comida para unos vecinos; vayan a ayudar a cortar un árbol caído o a llenar bolsas con arena. Envíen un donativo a los esfuerzos internacionales que están ayudando a reconstruir las comunidades en crisis.
Tercero, recuerden la oración. Recen por los que necesitan valor, por los que necesitan sanación, por los que anhelan la libertad verdadera. Oren por los que dedican su vida a ayudar a los necesitados. Oren por decisiones gubernamentales buenas que puedan aliviar a los que sufren. Oren para estar dispuestos a que el Espíritu de Dios dirija sus esfuerzos y los de sus grupos de estudio bíblico.
Cackie Upchurch fue invitada a acompañar a un grupo de peregrinos a Tierra Santa para celebrar el centenario del Arkansas Catholic, el periódico de la Diócesis de Little Rock. Ella trabajó con el Obispo Taylor, Malea Hargett (editora de Arkansas Catholic), y la compañia de peregrinajes para presentar enseñanzas y reflexiones durante el peregrinaje como también dirigir la musica durante las Misas diarias. El peregrinaje incluye 136 personas y tuvo lugar del 17 al 28 de marzo.
Una nueva serie de articulos titulada, “Una nube de testigos” comenzará durante el verano. Esta serie de 13- articulos se concentrará en la relación de personajes biblicos con Dios y su labor de atestiguar su fe por generaciones futuras (venideras). Los autores son Clifford M. Yeary y Catherine(Cackie) Upchurch. Estos articulos estarán disponibles en el website de la Diocesis de Little Rock y de LRSS para su uso tanto en inglés como en español.
La oficina del Estudio Bíblico de Little Rock está planeando un número de Talleres de información en inglés y español. Para aprender más sobre cómo planear y organizar un taller en su diócesis, consulte la red: www.littlerockscripture.org o póngase en contacto con Susan McCarthy, R.D.C.
Exhibiciones:
Estaremos mostrando nuestros materiales en las siguientes conferencias:
25 de junio , 2011
New York Catholic Bible Summit
New York, NY
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